María del Pilar Silveira, teóloga uruguaya, doctora en teología por la Universidad Javeriana de Bogotá, es profesora del Instituto de Teología de Religiosos- Universidad Católica Andrés Bello (ITER-UCAB) de Venezuela. Experta en temas de religiosidad popular, forma parte de la cátedra libre Monseñor Romero en la Universidad Central de Venezuela y es profesora visitante de teología pastoral en Boston College, STM. 

En esta obra, que es la publicación de su tesis doctoral (2011), busca un acercamiento a María partiendo del reconocimiento del valor teológico de las expresiones populares de devoción mariana en las advocaciones marianas venezolanas de la Coromoto, la Chiquinquirá y la Divina Pastora (parte I, cap.1) a través de  diversas manifestaciones populares de la fe mariana analizada desde el contexto político y social y diferentes instrumentos de observación (cap.2). Continúa con un análisis de la teología de la Virgen de Guadalupe, el cual ella misma describe en su introducción como un acercamiento interpretativo a la teología subyacente de fondo en la fe popular del pueblo venezolano (parte II, cap.3). Desmenuzando la fe mariana del pueblo y el catolicismo popular presente en ella, plantea el profundo valor de la mariología popular latinoamericana como sustento y expresión del sensus fidelium (cap.4), para finalizar en el reconocimiento de algunos de los desafíos más significativos de una mariología popular planteando fortalezas y debilidades, oportunidades y amenazas, de los cuales deduce una serie de recomendaciones y líneas de acción (parte III, cap.5).

Es un trabajo minucioso de investigación, que presenta una abundante recopilación de datos sirviéndose de cuadernos de intenciones de diversos santuarios de la Virgen, encuestas sobre María en la opinión de los creyentes, y observaciones propias de la autora a partir de peregrinaciones, ritos y fiestas patronales. Silveira logra demostrar el valioso aporte de la presencia mariana en el continente para la revelación de Dios en la historia de sus pueblos. Aunque sin desarrollar particularmente, también pone de manifiesto el carácter protagónico de las mujeres en dichas expresiones que forman la mariología popular. En María reconocen a una de ellas y son ellas quienes mantienen y transmiten la fe en la familia y la comunidad, por lo cual se deduce su presencia como primordial y necesaria. 

Esta completa investigación reúne junto a la racionalidad del método teológico latinoamericano de: ver, juzgar y actuar, los aportes de la historia, la sociología y la antropología cultural. Aunque se trata de un trabajo de no tan fácil lectura para el lector común, pues presenta la forma, estructura y extensión propia de una tesis doctoral, resulta de vital importancia como una de las obras pioneras de su tipo en el continente, por el esfuerzo interdisciplinar, la utilización de un amplio instrumental empírico y la profundidad de sus interpretaciones desde una mariología hecha por una teóloga mujer y en el contexto latinoamericano. Su gran valor se hace aún más visible en su aprecio y concientización de la centralidad de la piedad popular mariana para la fe de nuestro continente, reconociéndole su capacidad de profundizar en los misterios de la vida de Jesús y María desde el sentir y las experiencias del pueblo, propiciando una fe encarnada en la cultura popular, aunque sin negar la necesidad de una nueva evangelización inculturada por medio de un intercambio y mutua influencia entre la expresión religiosa y la reflexión teológica. Finalmente, es la misma eclesialidad del pueblo la que está en juego y su correcta valoración y comprensión puede tornarse en un importante aporte para los desafíos pastorales que enfrenta hoy la Iglesia.